Una serie de documentos y testimonios revelados recientemente destapan las complejidades detrás de la empresa Golsur, utilizada por el exsenador Edgardo Kueider para justificar fondos en el marco de una investigación por supuesto contrabando. Facturas, actas y resoluciones oficiales muestran cómo la firma cambió de manos en un proceso que ha despertado sospechas por la posible utilización de prestanombres.
El traspaso de Golsur y los misteriosos dueños
El 30 de julio de 2024, la empresa Golsur pasó a ser propiedad de dos paraguayos: el abogado Amado Andrés Torales Benega y el comerciante José Fernando Courisat. Ambos adquirieron el 50% de las acciones por apenas 10 millones de guaraníes cada uno (unos 1.200 dólares). Sin embargo, apenas dos meses después, otorgaron un poder amplio a Iara Guinsel Consta, secretaria de Kueider, permitiéndole manejar la empresa con total libertad.
Según documentos de la Justicia paraguaya, Torales y Courisat no tienen antecedentes que respalden su rol como empresarios de relevancia, lo que alimenta las sospechas de que podrían ser simples prestanombres. Además, las comunicaciones con ambos resultaron infructuosas: sus correos electrónicos están inactivos, y en el caso de Courisat, su Registro Único del Contribuyente (equivalente al CUIT en Argentina) está dado de baja, a pesar de que figura como titular de varias sociedades.
Movimientos sospechosos
El poder otorgado a Guinsel Consta le permitió manejar todos los negocios de Golsur, desde aceptar créditos hasta realizar daciones en pago y administrar cualquier activo de la empresa. Este documento fue presentado en Paraguay, usando como domicilio el de un hotel en Asunción, donde también funciona una firma dedicada a la venta de sociedades anónimas, vinculada con la venta de Golsur en 2020.
Operaciones inmobiliarias y nexos con Kueider
Las investigaciones apuntan a que Kueider y su secretaria buscaban una sociedad para operar en el mercado inmobiliario de Asunción. Según testigos, intentaron adquirir departamentos en junio de 2024, pero no lograron concretar la operación debido a la falta de una sociedad anónima activa. Tras obtener el control de Golsur, la empresa fue habilitada para actividades inmobiliarias, emprendimientos de construcción e industria publicitaria.
La causa judicial y el pedido de extradición
Tanto Kueider como Guinsel Consta cumplen prisión domiciliaria en Asunción, mientras avanzan las investigaciones en Paraguay. Aunque la jueza federal Sandra Arroyo Salgado solicitó la extradición de ambos para ser juzgados en Argentina, la Justicia paraguaya ha mostrado reticencias, señalando defectos en el pedido.
Los fiscales paraguayos continúan investigando el flujo financiero de Golsur y las cuentas de Kueider y su secretaria. Se espera que los informes bancarios sean clave para esclarecer el caso y determinar si hubo movimientos irregulares de dinero en los últimos meses.
Un caso que pone en jaque a Kueider
La trama detrás de Golsur expone una compleja red de maniobras legales y empresariales que salpican al exsenador. Con las pruebas acumuladas y las investigaciones en curso, el futuro judicial de Kueider y su secretaria permanece incierto, mientras las autoridades trabajan para desentrañar esta oscura operación.
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