En la investigación que derivó en 16 allanamientos, se había constatado que gran parte de la cartuchería utilizada en las balaceras y enfrentamientos armados en Concordia provenían de la venta ilegal que se realizaba en ese comercio.

Luego de las balaceras y hechos delictivos ocurridos en Concordia durante el trascurso del mes de enero, la policía realizó una rápida pero amplia investigación que derivó en más de 16 allanamientos que tuvieron lugar en distintos lugares de la ciudad.

En los procedimientos que fueron ordenados por el Juez de Garantías – Darío Mautone – y solicitados por la fiscal Julia Rivoira, la policía secuestró armas de fuego y estupefacientes, pero lo que más llamó la atención de los investigadores fue lo que hallaron en una ferretería muy conocida de Concejal Veiga y República del Paraguay, a escasos metros de la comisaría Cuarta y de la Universidad Nacional de Entre Ríos.

En ese lugar, se encontraron 9 armas y un estante con más de 50 cajas con más de 2000 cartuchos de calibres 24, 32, 22, 223, 12/70, 28, 36, 243, 32 de escopeta, 9mm, 38, 22 maxi-mag, entre otros.

En la investigación, se había constatado que gran parte de la cartuchería utilizada en las balaceras y enfrentamientos armados en Concordia provenían de ese comercio, donde la ferretería sería solo una fachada para la venta ilegal de estos elementos.

Asimismo, a través de la pesquisa se puedo saber que el dueño del comercio identificado como – Luis Ellero – tendría un rol de proveedor, teniendo en cuenta que muchas personas llegaban al lugar para comprar cajas de balas y luego eran revendidas a precios elevados en distintos barrios y zonas marginales de la ciudad, y que muchas veces dependía hasta de la necesidad o de la urgencia en utilizarlas.

Otro de los puntos que se pudo conocer, es que la cartuchería utilizada en hechos delictivos de años anteriores también habían sido adquiridas en ese comercio de calle República del Paraguay y Concejal Veiga.

Ahora, los investigadores junto a la fiscal Julia Rivoira profundizarán su trabajo para poder determinar desde donde eran traídas todas las municiones, que luego eran vendidas de forma ilegal.