Demoraron a un hombre, en el marco de la investigación por la muerte de la periodista correntina Griselda Blanco (44), en la localidad de Curuzú Cuatiá. Se trataría de la expareja de la víctima, A.J de 54 años, y también periodista, quien será indagado en las próximas horas.

Se realizó un allanamiento en su vivienda, en la que se incautaron prendas de vestir y una notebook.

En tanto el cuerpo de la periodista fue trasladado al Instituto Médico Forense a fin de que se le practique la autopsia y se determinen fehacientemente las causas de su muerte y si fue agredida.

Fuentes ligadas a la pesquisa precisaron que la Policía Federal Argentina (PFA), con efectivos de la Delegación de Chajarí, se sumó a la investigación. Se trata de brigada de la División Homicidios de la PFA que viajó especialmente ayer para sumarse a los trabajos del Departamento Investigaciones de la región.

El caso quedó a cargo de la Unidad Fiscal de Recepción y Análisis de Casos (Ufrac) y la Policía Federal Argentina (PFA).

La familia de Blanco aseguró que no se trató de un suicidio, sino que “la mataron” y que “decía verdades que nadie se animaba a decir”, por lo que “la querían ver callada y no pudieron”.

La periodista radial fue encontrada muerta el sábado a la tarde en el interior de su domicilio de la calle Juan Pujol, de la ciudad de Curuzú Cuatiá, distante 320 kilómetros de la capital correntina.

Según detallaron fuentes policiales, el cuerpo de Blanco presentaba signos de haber sido estrangulado con una soga y tenía golpes en el rostro. Además, en el piso de la vivienda había rastros de sangre. “Se hallaron también pelos en sus manos, que podrían ser señales de que se defendió del ataque”, aseguró una fuente de la investigación, que añadió que los accesos a la vivienda no fueron violentados.

Blanco era trabajadora de prensa radial y producía transmisiones en vivo de programas dedicados al periodismo local.

Colegas cercanos a ella indicaron que los últimos días habría sufrido fuertes amenazas. Asimismo se conoció que anteriormente la mujer había formulado denuncias públicas sobre supuesto mal desempeño de la policía local. Por esta razón, la fiscalía interviniente solicitó que la muerte de la periodista sea investigada por PFA.

“Nuestra madre no se suicidó, a nuestra madre la mataron”, declararon sus hijos Lautaro y Fabián Cesani en un posteo de Facebook. Además, pidieron justicia y que avance la investigación por la muerte de su mamá.