El tercera línea, una de las figuras del equipo, dejó una llamativa sentencia y clave a futuro. «Vamos a seguir buscando oportunidades», dijo.

Los Pumas se fueron del Mundial de rugby como el cuarto mejor equipo. Sin haber jugado a un nivel superlativo, aprovecharon el buen sorteo y dieron el golpe en cuartos de final contra Gales. No obstante, yendo de punto no les alcanzó para bajar a los All Blacks y tampoco para tomarse revancha de Inglaterra, con quien cayó en el encuentro por el bronce por 26-23. De todos modos, el equipo nacional se fue con la cabeza en alto. Y una de las figuras del seleccionado durante el torneo (con Thomas Gallo, Guido Petti, algo de Juan Martín González, Emiliano Boffelli y Mateo Carreras) fue Marcos Kremer, el Vikingo de Concordia que a puro tackle mostró una gran versión.

«Siento sensaciones amargas. Sé que no jugamos mal durante todo el partido, pero tuvimos momentos flojos. Fue una final, sabíamos que se iba a cerrar en los últimos minutos, se dio para ellos. Si pasaban algunas cosas diferentes, íbamos a jugar 10 minutos más y estaba seguro que les ganábamos. Se perdió y duele, pero vamos a tener que masticar esto y seguir adelante. Vamos a seguir buscando estas oportunidades para llegar al rugby argentino a lo más alto», analizó en charla con ESPN, cuando aún las pulsaciones seguían por los aires.

Kremer fue la bandera. Y así se lo reconocieron jugadores y entrenadores rivales. Nadie quería chocar contra un tercera línea que iba al frente como si no hubiese nada enfrente. «Juego al rugby por esta camiseta. No sé si me levantaría cada mañana si no estuviera jugando en Los Pumas. Voy a hacer todo lo que tengo a mi alcance para dejar esta camiseta lo más alto posible y siempre representarla de la mejor manera y cuidarla. Hace un par de años soñaba con ponérmela una vez y ahora siento que no puedo vivir sin ella», afirmó.

Sin duda, el argentino de 26 años, quien juega actualmente en Clermont, seguirá como una de las figuras en el próximo ciclo mundialista. Aún con la incógnita acerca del próximo entrenador (¿seguirá Cheika o se queda Contepomi como head coach?) y con la duda sobre quiénes dejarán de formar parte del plantel nacional (podría haber algunas salidas por cuestiones de recambio generacional), la única certeza es que Kremer se mostrará como una de las piezas fundamentales para lo que viene.

«Hay una muy buena base, el equipo es bastante joven y en el futuro vamos a andar bien. En varios de los puestos claves tenemos buenos jugadores jóvenes, hay que seguir laburando, seguir mejorando y apostar por ese futuro que tanto queremos», dijo. Y agregó: «El rugby argentino va a seguir subiendo su nivel y vamos a ir a buscar todo lo posible para estar bien, para ilusionar al rugby amateur argentino que tanto nos da de comer».