Desde el peronismo aseguraron que el dirigente “era un funcionario vinculado al sector del exgobernador y actualmente diputado nacional Gustavo Bordet y no a espacio alguno, menos aún al kirchnerismo”.
El documento emitido por el PJ gualeyo sostiene la solicitud de una “pronta desafiliación por encontrarse hoy en las antípodas del pensamiento del movimiento peronista” y argumenta que ello “se considera más que una burla, en un momento de tanta fragilidad social y en donde las universidades públicas sufren un crudo ajuste en sus presupuestos, que las lleva casi al borde del cierre”.
“Que este funcionario sea parte de una agenda tan siniestra para la educación pública, constituye una verdadera afrenta a los ideales y principios peronistas”, agregaron como fundamento.
“La doctrina que nos dejara nuestro general Juan Domingo Perón se impone ante todo” y “en tiempos difíciles, ser peronista es un deber y solo los hombres dudosos de ideales y convicciones reniegan de ello”, concluyeron.