La compañera de trabajo de Valeria Leoncino, quien también conocía al homicida, mantuvo una conversación con la víctima minutos antes del femicidio. Reveló detalles desconocidos sobre los últimos momentos de la joven.

Tras el brutal femicidio de Valeria Leoncino, ocurrido el lunes en Concordia, una compañera de trabajo reveló detalles hasta ahora desconocidos sobre los últimos momentos de la joven de 25 años, que fue asesinada de tres disparos, y respecto de la figura de Carlos Passarrella, quien se quitó la vida a pocas cuadras de donde cometió el femicidio.

“Nosotras salimos de trabajar juntas. Íbamos caminando para el mismo lado y nos despedimos en una esquina”, comenzó relatando su amiga. Y sumó: “Cuando llegué a mi casa, ella me mandó un mensaje diciéndome que esta persona [en referencia al femicida]la estaba esperando abajo”.

“Le pregunté dónde estaba y la llamé. Me dijo que al momento de ver a Carlos [Passarella], estaba dentro de su casa. Le dejé en claro que yo ya iba en camino. Fue ahí cuando me avisó que dos amigas más también estaban yendo y se cortó la llamada”, narró a continuación.

Una vez que salió de su casa, Florencia volvió a comunicarse con Valeria. “Mientras conversábamos por celular, llegaron sus dos amigas”, recordó. Con respecto a los motivos por los que Passarrella estaba fuera del domicilio, sobre la calle Guarumba, la víctima le dijo a su compañera que “él venía a buscar unas cosas”.

Él se dirigió a su casa con la excusa de ir a buscar unas cosas. En realidad, era ella la que se las iba a devolver. Producto de la relación de amistad que había entre ambos, él le había regalado e instalado unas cortinas cuando ella se mudó. Tenía también una computadora que le pertenecía”, explicó.

Aún cuando el motivo parecía ser genuino, Florencia aclaró que la joven de 25 años sospechaba de las intenciones de Passarella, quien arribó a la casa cerca de las 21.30 en un Ford Fiesta blanco. “Ella sabía que le podía hacer daño. Incluso, me contó que cuando el bajó del auto, llevaba consigo un bolso chiquito”, describió la amiga.

“Me dijo: ‘no sé que puede llegar a tener ahí. Estoy temblando. Estoy asustada’”, evocó. “Yo en ese momento decidí cortar la llamada y apurarme. Y siete minutos más tarde, cuando llegué a su casa, me encontré directamente con la Policía y con mi amiga ya tirada en el piso y sin vida”, lamentó.

Sobre la secuencia del femicidio, Florencia precisó: “Sus amigas estaban bajando las cosas de esta personas cuando, de un momento para el otro, el hombre aprovechó la ocasión, forcejó el portón y entró al domicilio. Fue directo a Valeria y la asesinó. Después se suicidó”. Y cerró el relato: “Las chicas se asustaron y salieron corriendo a pedir ayuda”.

La relación entre Valeria y Carlos y el perfil del asesino

De acuerdo con el testimonio de Florencia, eran solo “amigos”. Sin embargo, Carlos quería más que eso. “Él era una persona que estaba obsesionada con ella. Valeria siempre le dejó en claro que no iba a haber más que una amistad pero él nunca lo entendió. Hasta la familia tuvo que involucrarse”, indicó a TN.

Fuera del vínculo personal que los unía, ambos llegaron también a trabajar juntos: “Él le dio trabajo cuando a ella la despidieron. Le ofreció trabajar con él. Valeria le dijo que no, que no quería trabajar con él. Pero como él tenía dos negocios por separado, le dijo que podía trabajar en el otro, donde operaba una mujer”.

En relación a la imagen que Carlos transmitía, admitió: “Era amable y servicial con familia y con amigos. En un principio, nadie de nosotras sospechaba nada de él. Siempre fue muy atento y estaba ahí para lo que necesites. Yo lo conocí personalmente. Hemos compartido alguna charla en algún momento”.