Como viene sucediendo desde mucho antes de la apertura oficial de la temporada estival, producto de las altas temperaturas que se registran en toda la región, este fin de semana las playas de Santa Ana se vieron nuevamente colmadas de visitantes.

Como todos los años, Santa Ana se convierte en el lugar de encuentro para disfrutar a pleno del verano. Este fin de semana, el agobiante calor permitió que cientos de visitantes (turistas y vecinos de la región) gocen nuevamente de las costas con extensas playas de arena y las cálidas aguas del lago de Salto Grande.

Al respecto, el intendente de la localidad ribereña, Rogelio Zanandrea señaló a Villa del Rosario Net que «año tras año viene creciendo el turismo de playa en nuestra zona y creo que tiene mucho que ver con que la gente tiene ganas de salir, por haber estado mucho tiempo encerrada, y también porque hay ciertas restricciones para salir al exterior, entonces las personas están optando por el turismo local». A su vez, destacó que «Santa Ana desde hace bastante tiempo viene siendo el destino elegido, por las bellezas naturales que tiene y la tranquilidad que se puede vivir en esta zona».

Acerca de la procedencia de los turistas, el jefe comunal contó que «una vez terminadas las clases y ahora que pasaron las fiestas, recibimos muchos turistas de Capital Federal, del Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Santa Fe y muchos visitantes de diferentes puntos de nuestra provincia». Y agregó que «los domingos, aparte de la gente de la zona, vemos sobre todo muchos visitantes de los departamentos Feliciano y Federal».

«No sólo visitan las playas, sino que también vemos mucha gente en diferentes lugares de la localidad como la costanera y la plaza. La gente comenzó a conocer Santa Ana, todos sus atractivos, y hoy por hoy recorre además todo el pueblo», valoró.

Hasta el momento, la emporada se vive sin inconvenientes y no se han registrado accidentes en las playas. En este sentido, Zanandrea indicó que «se vienen corrigiendo algunas cuestiones permanentemente, lo que no quiere decir que en algún momento pueda llegar a ocurrir algún accidente, porque hay más de 350 casas en la zona borde de lago y muchos propietarios son dueños de vehículos como cuatriciclos o UTV. Tratamos de hacer un trabajo conjunto entre el municipio y la Policía para que haya un control de estas situaciones y que la gente venga a disfrutar y no a pasar un mal momento». Y recalcó que «tratamos de que el turismo en Santa Ana sea familiar y creo que lo venimos logrando».

En relación a las extensas playas con las que cuenta toda la costa santanense, el intendente precisó que «cada vez que finaliza la temporada nosotros vamos tomando nota de las demandas y falencias que tuvimos, qué podemos ir mejorando, y durante el invierno se realizan los trabajos necesarios. En ese sentido, este año apuntamos fuertemente a ampliar metros de playa y los sectores de estacionamiento en la avenida costanera, porque año a año nos va superando la cantidad de gente». Luego, resaltó que «a esos trabajos hemos sumado la iluminación en Playa 52, lo que hace que muchos jóvenes y familias también visiten de noche Santa Ana, porque es un lugar que brinda tranquilidad y seguridad, teniendo en cuentan además que se sigue invirtiendo en el monitoreo de cámaras de seguridad».

Por último, sobre el nivel que mantiene el embalse, Rogelio Zanandrea sostuvo que «hay factores que nosotros no podemos controlar, uno es el clima, que hasta ahora nos viene acompañando bastante bien, y otro es el nivel del embalse. Estar tan crecido como estuvo en 2015 es muy perjudicial porque quita todas las playas y que esté tan bajo como ahora también, pero es el mal menor. Hoy está bastante lejos el lago y tenemos mucha playa, y, por lo que sabemos, hasta marzo va a estar así, ya que no está lloviendo mucho en la cuenca norte».

Fotos: Gentileza de José Berterame