Tal como lo informara Villa del Rosario Net, el pasado jueves, Pablo Molo, integrante de la Asociación de Citricultores de Chajarí, se convirtió en el nuevo presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos. El productor, que anteriormente ocupaba el cargo de vicepresidente de la entidad, quiere darle su propia impronta al trabajo que desarrolla la FeCiER en favor de la citricultura regional.

En diálogo con Villa del Rosario Net, el flamante titular de la FeCiER dijo que «estamos terminando de informarnos, aunque ya vengo trabajando tanto en la Asociación de Citricultores de Chajarí y el Federación del Citrus, donde hasta la semana pasada era el vicepresidente. A partir del 5 de mayo asumí como presidente de la FeCiER y no es lo mismo estar de acompañante que ser el chofer, porque es otro compromiso, otra forma de encarar las cosas».

Respecto de los temas a los que apuntará en su gestión, Pablo Molo señaló que «dentro del Ente Fitosanitario venimos trabajando con el programa de lucha contra el HLB y, a pedido de los productores, vamos a trabajar en un plan de mosca serio, porque en la citricultura lo necesitamos de forma urgente, así que vamos a ver de qué manera y dónde lo trabajamos».

«En los próximos días tendremos la primera reunión con la comisión directiva de la FeCiER y uno de los temas que tenemos en carpeta es la conformación de un lobby citrícola, porque me parece a nivel regional, provincial y nacional necesitamos llevar adelante un lobby sobre los beneficios que aporta al ser humano el consumo de fruta fresca y jugo exprimido», indicó el productor y agregó que «también vamos a seguir trabajando en lo que refiere a algunas reformas en el ámbito laboral que se vienen solicitando, así que despacio vamos a ir encarrilándonos en todas las cuestiones que sean para el bien y el progreso de la citricultura».

La relación entre la FeCiER y las Asociaciones

«En la noche que asumí como presidente de la FeCiER, una cuestión que manifesté y le pedí a todos los que estuvieron presentes es un compromiso de respeto, de diálogo y de trabajo de todas las asociaciones, incluida la de Santa Ana, porque si no estamos unidos entre los citricultores, no hay esperanza de conseguir nuevas cosas», confió Molo y recalcó que «primero tenemos que unirnos y poner la casa en orden para seguir avanzando».

Luego, afirmó que «tanto yo como la comisión directiva, conformada por gente que ya estaba en la FeCiER y muchachos nuevos, hemos hecho el compromiso de arreglar puertas para adentro los problemas internos».

Inclusión de la Asociación de Santa Ana

Sobre este asunto, el dirigente citrícola manifestó que «hay un pedido de la entidad de ingresar, con voto propio, a la Federación del Citrus, así que este tema estará también en carpeta para la próxima reunión de la comisión directiva». Y agregó que «la asociación ya venía participando de las reuniones de la FeCiER pero sin voto. Todo lo que sea para el bien de la citricultura y las instituciones, lo vamos a ir trabajando».

Situación de los mercados interno y externo

«En lo que respecta a la exportación, sabemos que viene muy complicada la situación, porque se ha visto afectada por la guerra (Rusia-Ucrania)», precisó Molo.

Asimismo, aseguró que «el mercado interno está destrozado, la situación económica en general y en particular de la citricultura es compleja, porque no tenemos combustible para trabajar, tenemos que rogar a las estaciones de servicio que nos vendan 50 litros, no hay cubiertas para tractores y camiones, los insumos están sobrevaluados y no se consiguen todos, así que el panorama es complicado».

Para finalizar, el presidente de la FeCiER adelantó que «en esta nueva gestión vamos a armar grupos de trabajo para que todos los integrantes de la comisión directiva nos involucremos para saber cómo está la producción, los costos y todos los temas de interés para el sector». Y detalló que «se conformarán tres subcomisiones; una que estará a cargo del tema HLB y el plan de mosca que pueda salir, otra para que controle un poco más las barreras fitosanitarias que están funcionando y la otra para abarcar la cámara de desinfección, propiedad de la FeCiER, que está en el Área Industrial de Chajarí».